2006-04-30

38) UNESCO. MANIFIESTO. 1994

Este Manifiesto proclama la fe de la UNESCO en la biblioteca
pública como una fuerza viva para la educación, la cultura y la
información y como un agente esencial para el fomento de la
paz y del bienestar espiritual a través del pensamiento de
hombres y mujeres.

Manifiesto de la UNESCO sobre la Biblioteca Pública. 1994

La libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de
los individuos son valores humanos fundamentales. Estos sólo
podrán alcanzarse mediante la capacidad de ciudadanos bien
informados para ejercer sus derechos democráticos y
desempeñar un papel activo en la sociedad. La participación
constructiva y la consolidación de la democracia dependen
tanto de una educación satisfactoria como de un acceso libre y
sin límites al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.
La biblioteca pública, puerta local hacia el conocimiento,
constituye un requisito básico para el aprendizaje a lo largo de
los años, para la toma independiente de decisiones y el
progreso cultural del individuo y los grupos sociales.
La biblioteca pública
La biblioteca pública es un centro local de información que
facilita a sus usuarios todas las clases de conocimiento e
información.
Los servicios de la biblioteca pública se prestan sobre la base
de igualdad de acceso para todas las personas, sin tener en
cuenta su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o
condición social. Deben ofrecerse servicios y materiales
especiales para aquellos usuarios que por una u otra razón no
pueden hacer uso de los servicios y materiales ordinarios, por
ejemplo, minorías lingüísticas, personas con discapacidades o
personas en hospitales o en prisión.
Todos los grupos de edad han de encontrar material adecuado
a sus necesidades. Las colecciones y los servicios han de
incluir todo tipo de soportes adecuados, tanto en modernas
tecnologías como en materiales tradicionales. Son
fundamentales su alta calidad y adecuación a las necesidades
y condiciones locales. Los materiales deben reflejar las
tendencias actuales y la evolución de la sociedad, así como la
memoria del esfuerzo y la imaginación de la humanidad.
Ni los fondos ni los servicios han de estar sujetos a forma
alguna de censura ideológica, política o religiosa, ni a
presiones comerciales.
Misiones de la biblioteca pública
Las siguientes misiones clave, referentes a la información, la
alfabetización, la educación y la cultura, habrán de ser la
esencia de los servicios de la biblioteca pública:
1. Crear y consolidar los hábitos de lectura en los niños desde
los primeros años.
2. Prestar apoyo a la educación, tanto individual como
autodidacta, así como a la educación formal en todos los
niveles.
3. Brindar posibilidades para el desarrollo personal creativo.
4. Estimular la imaginación y creatividad de niños y jóvenes.
5. Fomentar el conocimiento del patrimonio cultural, la
valoración de las artes, de los logros e innovaciones científicos.
6. Facilitar el acceso a las expresiones culturales de todas las
manifestaciones artísticas.
7. Fomentar el diálogo intercultural y favorecer la diversidad
cultural.
8. Prestar apoyo a la tradición oral.
9. Garantizar a los ciudadanos el acceso a todo tipo de
información de la comunidad.
10. Prestar servicios adecuados de información a empresas,
asociaciones y agrupaciones de ámbito local.
11. Facilitar el progreso en el uso de la información y su manejo
a través de medios informáticos.
12. Prestar apoyo y participar en programas y actividades de
alfabetización para todos los grupos de edad y, de ser
necesario, iniciarlos.
Financiación, legislación y redes
La biblioteca pública ha de ser, por principio, gratuita. La
biblioteca pública es responsabilidad de las autoridades local y
nacional. Debe regirse por una legislación específica y estar
financiada por los gobiernos nacional y local. Ha de ser un
componente esencial de cualquier estrategia a largo plazo para
la cultura, la provisión de información, la alfabetización y la
educación.
Para lograr la coordinación y cooperación bibliotecaria a nivel
nacional, la legislación y los planes estratégicos han de definir
y promover, también, una red nacional de bibliotecas, basada
en normas de servicio convenidas.
La red de biblioteca pública ha de ser concebida en relación
con las bibliotecas nacionales, regionales, especializadas y de
investigación, así como con las bibliotecas escolares, de
institutos y universitarias.

Funcionamiento y gestión
Ha de formularse una política clara que defina objetivos,
prioridades y servicios en relación con las necesidades de la
comunidad local. La biblioteca pública ha de organizarse
eficazmente y mantener normas profesionales de
funcionamiento.
Ha de asegurarse una cooperación con interlocutores
relevantes, por ejemplo, grupos de usuarios y otros
profesionales a nivel local, regional, nacional e internacional.
Los servicios han de ser físicamente accesibles a todos los
miembros de la comunidad. Esto requiere que los edificios de
las bibliotecas públicas estén bien situados, con buenas
condiciones de lectura y estudio, tecnologías adecuadas y un
horario suficiente y apropiado a los usuarios. Supone asimismo
servicios de extensión para quienes no pueden acudir a la
biblioteca.
Los servicios de la biblioteca han de adaptarse a las
necesidades de las distintas comunidades en áreas rurales y
urbanas.
El bibliotecario es un intermediario activo entre los usuarios y
los recursos. Es indispensable su formación profesional y
permanente para que pueda ofrecer servicios adecuados.
Habrán de establecerse programas de extensión y de
formación de usuarios con objeto de ayudarles a sacar
provecho de todos los recursos.
Aplicación del Manifiesto
Se insta a quienes toman las decisiones a nivel nacional y local
y a la comunidad bibliotecaria en general, en todo el mundo, a
que apliquen los principios expuestos en el presente Manifiesto.

Este Manifiesto se preparó en colaboración con la Federación
Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas
(IFLA) y ha sido aprobado por la UNESCO en noviembre de
1994.Traducción, Fundación Germán Sánchez Ruipérez

(Peñaranda de Bracamonte)