1998-08-07

23) LOS LIBROS DE LOS ABRAZOS


AMAZON.COM está desarrollando su proyecto de escanear todos los libros que ofrecen a la venta y subirlos a la Web. Ya tiene mas de 120.000 volúmenes procesados. Con el mismo objetivo, existen otros proyectos como el Project Gutenberg, el Million Book Projet y The Rosetta Project.
El procesamiento de todo el catálogo de Amazon tiene fundamentalmente un objetivo comercial, al poner a disposición de los consultantes parte de los materiales, a modo de gancho comercial, como una estrategia de venta.
El objetivo además contempla bajar costos: libros que no tienen mucha salida, se pueden pedir una impresión especial, así las editoriales los imprimierían sólo en base a pedidos concretos.
La sola iniciativa de digitalizar todos los libros del mundo, mas allá de sus objetivos publicitarios y marketineros, abona un debate que viene creciendo desde el mismo auge de Internet.

ATENTADO CONTRA LOS LIBROS?

La pregunta que ronda el debate es si al digitalizar los textos, se atenta contra el libro tal y cual lo conocemos. Algunos desafían diciendo que el libro pasará a ser un objeto romántico, otros a la defensiva, hablan de un holocausto del libro.
Al no ocupar espacio –mas que el virtual -, los libros no corren riesgo de desaparecer o ser objeto de destrucción por procesos bioquímicos o acciones del hombre. Ante la fragilidad del papel, desastres naturales y políticos (como las invasiones y bombardeos de países) acechan la existencia del libro como soporte material de un texto. Por eso el objetivo no es que desaparezca el libro-objeto, que por otro lado, es dudoso o imposible me atrevo a decir, que ello suceda.
Más allá del Copyright o derechos de autor, la digitalización y disponibilidad en internet aumenta el alcance y llegada de los libros y autores. Además de los emprendimientos empresariales, la tarea de miles de usuarios de internet, que como hormigas, de a poco van subiendo sus libros favoritos, va formando de una librería virtual mundial.
Sirva la digitalización entonces para que los libros – contenidos nunca mueran ni desaparezcan bajo las ruinas de las épocas.

EL LIBRO, UNA RELACION PERSONAL

Es parte de la historia cultural el hecho que siempre una tecnología nueva amenaza con devorarse a las anteriores. Las sentencias lapidarias sobre el destino de la radio cuando surgió la televisión; de la TV por cable cuando surgió la satelital, de los CD´s de mano de la música digital, etc, reflejan tensiones que se fueron produciendo entre nuevos y viejos objetos culturales, pero lo cierto es que éstos defienden su existencia a través del uso cotidiano, de la incorporación natural a nuestras vidas, y operan mas por inclusión e influencia mutua que por reemplazo.
Hay lugares donde la calidez de un libro de papel nos acompaña como ningún otro objeto. Ese libro en la cartera, que nos rescata de la inútil tarea de colas en bancos, cajeros y supermercados, o en grises oficinas públicas donde esperamos ser atendidos.
El viaje en subte o tren, acompañado por un libro, apretujados, agarrados con una sola mano, aún ante el peligro de caernos, borran un entorno gris y alienante.
Una buena o entretenida lectura, nos permite construirnos aún en el medio de la vorágine cotidiana.
Ir y volver sobre sus páginas, sentir que nos están esperando, que se abren a nuestros deseos como conociéndolo de ante mano. UN libro es un amigo que nuestras manos agarran ansiosas. Ese libro que tiene de único el ser nuestro, el que estamos leyendo, se deja llevar y leer en cualquier circunstancia.
En el Libro virtual falta la relación carnal, la transmisión mutua de emociones, del libro a nosotros, de nosotros al libro.
Ese libro virtual que se nos ofrece –bienvenido, si amplia las posibilidades de cultura y conocimiento para millones -, no es único. Es un ente, no es el nuestro. ES, pero sin nosotros.
Al libro electrónico no le interesa quién lo consulte. Cuando volvemos a él, sigue siendo siempre el mismo texto, de intangible y de gélida eficacia. No lleva marcas, nadie pasó por él.
Él libro de carne de papel establece en cambio, una relación personal con nosotros.
Cuando volvemos a abrir sus páginas siempre es distinto y nos sorprendemos también al hallar una persona diferente a la que alguna vez sentimos que éramos leyendo esas páginas.
Entre el libro y nosotros se da una transformación mutua: del libro que acepta gustoso que le dejemos en él parte de nuestra humanidad, y nos devuelve nuestras emociones que sólo él conoce de nosotros.

Desde la Biblioteca Ave Félix seguiremos desde ya, defendiendo la existencia y la relacion física con los libros, por la calidez que nos dan, por ser objetivos tangibles, concretos y sensibles, con los que comulgamos en una experiencia íntima e inajenable. Permítanme agregar a este debate una frase que tal vez zanje kilómetros de tinta, de opiniones y vaticinios:

“ El libro nunca va a ser reemplazado
por una computadora, porque el hombre
lo puede abrazar como a un niño”. Ray Bradbury.