2006-04-30

38) UNESCO. MANIFIESTO. 1994

Este Manifiesto proclama la fe de la UNESCO en la biblioteca
pública como una fuerza viva para la educación, la cultura y la
información y como un agente esencial para el fomento de la
paz y del bienestar espiritual a través del pensamiento de
hombres y mujeres.

Manifiesto de la UNESCO sobre la Biblioteca Pública. 1994

La libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de
los individuos son valores humanos fundamentales. Estos sólo
podrán alcanzarse mediante la capacidad de ciudadanos bien
informados para ejercer sus derechos democráticos y
desempeñar un papel activo en la sociedad. La participación
constructiva y la consolidación de la democracia dependen
tanto de una educación satisfactoria como de un acceso libre y
sin límites al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.
La biblioteca pública, puerta local hacia el conocimiento,
constituye un requisito básico para el aprendizaje a lo largo de
los años, para la toma independiente de decisiones y el
progreso cultural del individuo y los grupos sociales.
La biblioteca pública
La biblioteca pública es un centro local de información que
facilita a sus usuarios todas las clases de conocimiento e
información.
Los servicios de la biblioteca pública se prestan sobre la base
de igualdad de acceso para todas las personas, sin tener en
cuenta su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o
condición social. Deben ofrecerse servicios y materiales
especiales para aquellos usuarios que por una u otra razón no
pueden hacer uso de los servicios y materiales ordinarios, por
ejemplo, minorías lingüísticas, personas con discapacidades o
personas en hospitales o en prisión.
Todos los grupos de edad han de encontrar material adecuado
a sus necesidades. Las colecciones y los servicios han de
incluir todo tipo de soportes adecuados, tanto en modernas
tecnologías como en materiales tradicionales. Son
fundamentales su alta calidad y adecuación a las necesidades
y condiciones locales. Los materiales deben reflejar las
tendencias actuales y la evolución de la sociedad, así como la
memoria del esfuerzo y la imaginación de la humanidad.
Ni los fondos ni los servicios han de estar sujetos a forma
alguna de censura ideológica, política o religiosa, ni a
presiones comerciales.
Misiones de la biblioteca pública
Las siguientes misiones clave, referentes a la información, la
alfabetización, la educación y la cultura, habrán de ser la
esencia de los servicios de la biblioteca pública:
1. Crear y consolidar los hábitos de lectura en los niños desde
los primeros años.
2. Prestar apoyo a la educación, tanto individual como
autodidacta, así como a la educación formal en todos los
niveles.
3. Brindar posibilidades para el desarrollo personal creativo.
4. Estimular la imaginación y creatividad de niños y jóvenes.
5. Fomentar el conocimiento del patrimonio cultural, la
valoración de las artes, de los logros e innovaciones científicos.
6. Facilitar el acceso a las expresiones culturales de todas las
manifestaciones artísticas.
7. Fomentar el diálogo intercultural y favorecer la diversidad
cultural.
8. Prestar apoyo a la tradición oral.
9. Garantizar a los ciudadanos el acceso a todo tipo de
información de la comunidad.
10. Prestar servicios adecuados de información a empresas,
asociaciones y agrupaciones de ámbito local.
11. Facilitar el progreso en el uso de la información y su manejo
a través de medios informáticos.
12. Prestar apoyo y participar en programas y actividades de
alfabetización para todos los grupos de edad y, de ser
necesario, iniciarlos.
Financiación, legislación y redes
La biblioteca pública ha de ser, por principio, gratuita. La
biblioteca pública es responsabilidad de las autoridades local y
nacional. Debe regirse por una legislación específica y estar
financiada por los gobiernos nacional y local. Ha de ser un
componente esencial de cualquier estrategia a largo plazo para
la cultura, la provisión de información, la alfabetización y la
educación.
Para lograr la coordinación y cooperación bibliotecaria a nivel
nacional, la legislación y los planes estratégicos han de definir
y promover, también, una red nacional de bibliotecas, basada
en normas de servicio convenidas.
La red de biblioteca pública ha de ser concebida en relación
con las bibliotecas nacionales, regionales, especializadas y de
investigación, así como con las bibliotecas escolares, de
institutos y universitarias.

Funcionamiento y gestión
Ha de formularse una política clara que defina objetivos,
prioridades y servicios en relación con las necesidades de la
comunidad local. La biblioteca pública ha de organizarse
eficazmente y mantener normas profesionales de
funcionamiento.
Ha de asegurarse una cooperación con interlocutores
relevantes, por ejemplo, grupos de usuarios y otros
profesionales a nivel local, regional, nacional e internacional.
Los servicios han de ser físicamente accesibles a todos los
miembros de la comunidad. Esto requiere que los edificios de
las bibliotecas públicas estén bien situados, con buenas
condiciones de lectura y estudio, tecnologías adecuadas y un
horario suficiente y apropiado a los usuarios. Supone asimismo
servicios de extensión para quienes no pueden acudir a la
biblioteca.
Los servicios de la biblioteca han de adaptarse a las
necesidades de las distintas comunidades en áreas rurales y
urbanas.
El bibliotecario es un intermediario activo entre los usuarios y
los recursos. Es indispensable su formación profesional y
permanente para que pueda ofrecer servicios adecuados.
Habrán de establecerse programas de extensión y de
formación de usuarios con objeto de ayudarles a sacar
provecho de todos los recursos.
Aplicación del Manifiesto
Se insta a quienes toman las decisiones a nivel nacional y local
y a la comunidad bibliotecaria en general, en todo el mundo, a
que apliquen los principios expuestos en el presente Manifiesto.

Este Manifiesto se preparó en colaboración con la Federación
Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas
(IFLA) y ha sido aprobado por la UNESCO en noviembre de
1994.Traducción, Fundación Germán Sánchez Ruipérez

(Peñaranda de Bracamonte)

2006-04-02

37) BIBLIOTECAS INDIGENAS


Edgardo Civallero -licenciado en Bibliotecología y Documentación por la Universidad Nacional de Córdoba- está trabajando en diseñar un modelo de biblioteca bilingüe destinada a comunidades aborígenes, priorizando el papel de la palabra hablada registrada en cassettes. En el marco del proyecto “Bibliotecas Indígenas se desarrollan experiencias en Chaco, Formosa y Salta. Transcribimos aquí un artículo de su autoría y bajado de su blog http://bitacoradeunbibliotecario.blogspot.com Disfrutemos de su lectura:

“Biblioteca y fondos orales indígenas”


Introducción: La palabra hablada fue la primera herramienta de comunicación del ser humano, y, durante milenios, la única. A través de los sonidos y las reglas gramaticales de más de 5000 lenguas y dialectos, numerosas sociedades transmitieron a las generaciones posteriores una inmensa herencia compuesta por mitos, creencias, historias, costumbres, normas, tradiciones, relatos, recetas y técnicas, imprescindible acervo intangible que conformaba su patrimonio como pueblo y su identidad individual y grupal. Aún tras la aparición de la escritura –un fenómeno surgido simultáneamente en distintos puntos del planeta, con características y procesos evolutivos similares-, la tradición oral continuó siendo el medio más efectivo de transmisión de información entre aquellos que no podían acceder a la educación y a la formación especializada que requiere el uso de los códigos escritos. Incluso en nuestras modernas sociedades informatizadas del siglo XXI, muchos oficios tradicionales aún se transmiten de padres a hijos a través de esta vía. Ejemplo de ello son las técnicas de construcción de algunos instrumentos musicales folklóricos europeos, en riesgo de perderse por siempre ante la ausencia de una audiencia interesada en escucharlas de los labios de los últimos maestros cultores de la tradición. Sin embargo, y a pesar de la efectividad que ha demostrado tener en la transmisión de información a través de siglos de cambiante historia humana, la oralidad adolece de serios inconvenientes. El contenido informativo varía, de acuerdo a las cualidades del transmisor, a las expectativas del oyente y a las circunstancias –externas o internas- a través de las cuales atraviesa la cultura o la sociedad. Es altamente influenciable por las ideologías dominantes, como lo demuestran las drásticas variaciones de los mitos de creación exhibidas por algunas comunidades indígenas sudamericanas tras su contacto con misioneros cristianos. Y depende, en forma contundente, de la memoria del transmisor, de su fidelidad al relatar y del uso correcto de los códigos de transmisión, los cuales son, por lo general, lenguas minoritarias riquísimas en vocabulario, pero profundamente amenazadas por lo «idiomas de prestigio» nacionales. La oralidad se asocia, en la actualidad, a aquellos sectores que no han tenido la oportunidad de adquirir las destrezas de la lecto-escritura (alfabetización) en su idioma de origen, o que, siendo alfabetizados, no disponen de espacios u oportunidades para expresar por escrito su saber o sus experiencias. Las leyendas de las poblaciones indígenas o las costumbres rurales y urbanas dentro de la sociedad argentina actual son ejemplos válidos de este punto. Sin embargo, la riqueza de los contenidos expresados, el uso connotativo del lenguaje y los matices emocionales incluidos en esta tradición oral la dotan de ricas posibilidades para la educación, la socialización, la producción de saberes y la conformación de identidades. Entre las comunidades indígenas, este factor cobra una importancia enorme, debido a la ausencia general de alfabetización en las lenguas nacionales de prestigio y a la falta de normalización de códigos escritos para las lenguas nativas. Carentes, por lo general, de escuelas o de instituciones que recuperen, preserven y difundan su patrimonio cultural intangible, la tradición oral se ha convertido en una especie de último baluarte para la conservación de su memoria. Tras cinco siglos de conquista, dominación, exclusión y discriminación sistemáticas, sincretismo, aculturación y presión social, aún sobreviven, en territorio argentino, alrededor de medio millón de individuos que se reconocen indígenas, pertenecientes a más de doce grupos étnicos distintos, claramente definidos. Su cultura es parte de la cultura nacional, una nación que se muestra reacia – en la práctica- a reconocerse multicultural, aunque sus leyes intenten reflejar lo contrario.
La lucha por una educación y una formación adecuadas a su realidad y a su idiosincracia ha sido un punto clave entre los reclamos de los movimientos indigenistas surgidos recientemente. Empero, poco se ha hecho al respecto para dar una respuesta a estas necesidades. Mientras tanto, entre tanta negligencia y tanto silencio oficial y académico, los ancianos continúan muriendo, llevándose consigo bibliotecas completas llenas de conocimiento que jamás podrá ser recuperado. El fruto de siglos de experiencia se esfuma, así, sin contemplar intentos por salvaguardarlo. Presionados por un sistema que los considera señal de atraso o subdesarrollo, los jóvenes indígenas terminan, por su parte, negando su identidad, sus raíces y sus vínculos con el mundo nativo, abandonando sus tradiciones en el afán de insertarse en una sociedad que, de todas formas, no les abre las puertas y los relega a sus estratos más bajos y marginales.
2. La biblioteca, gestora de la memoria humana, cualquiera sea su forma de trabajo- debe abandonar su mutismo y su torre de marfil profesional y tomar posiciones del lado de estos usuarios potenciales, que tanto necesitan de sus técnicas y su preparación profesional. Una preparación forjada tras milenios de trabajo en el área, que, correctamente aplicada, puede proporcionar apoyo y favorable ventaja a poblaciones contínuamente olvidadas.

Una propuesta desde la bibliotecología. Si bien el paradigma bibliotecario se ha centrado, adicionalmente, en el libro o el material escrito como base de la colección y del servicio, los materiales audiovisuales ciertamente no han sido olvidados. De hecho, las bibliotecas y los fondos orales han existido siempre (desde el nacimiento de sus soportes tecnológicos) si bien con planteamientos y funciones complementarios a los de la biblioteca. Reorientar estas funciones, y centrar el paradigma en el material sonoro, puede conducir a la creación de bibliotecas sonoras u orales, que permitirían –desde perspectivas solidarias e interculturales- generar fondos de cultura oral puntualmente diseñados para satisfacer las necesidades de usuarios aborígenes. Partiendo desde un marco de trabajo interdisciplinar –que incluiría antropología, sociología, ciencias de la educación, derecho, lingüística e historia- y siguiendo metodologías de investigación-acción que comprendan el estudio como una relación dialéctica entre trabajo de campo y desarrollo teórico, en labor conjunta con la comunidad y en técnicas de estudio y análisis más cualitativas que cuantitativas, la biblioteca puede desarrollar secciones y servicios de atención a estas necesidades. Una miríada de recomendaciones internacionales (entre las que se destacan las de la UNESCO sobre diversidad y patrimonio cultural, tesoros humanos vivos, cultura tradicional y popular y bibliotecas públicas) y los llamados de medio centenar de organismos que abogan por los derechos indígenas y por la protección de lenguas minoritarias amenazadas, apoyan esta propuesta, que cuenta con antecedentes exitosos en distintos puntos del planeta, desde Mauritania a Estados Unidos. El trabajo interdisciplinario puede aportar técnicas de muestreo, grabación y de-grabación de fondos orales, y traducción de los mismos.
Desde la bibliotecología, debería contemplarse la revisión de las normas de clasificación y catalogación, de forma que las mismas permitan una organización pertinente de la colección, de acuerdo al punto de vista indígena.
Las categorías de análisis occidentales no se ajustan, decididamente, a aquellas indígenas. Basta el ejemplo de las diferencias entre mito, literatura y religión, muy marcadas en la cultura euro-americana y muy difusas en pueblos
indígenas. Asimismo, debería considerarse la introducción de términos apropiados en tesauros e índices, vocablos que reflejen en forma coherente la realidad y las cosmovisiones nativas.
Conclusiones. Desde el proyecto «Bibliotecas Aborígenes» se han realizado experiencias exitosas en este aspecto dentro de unidades-piloto emplazadas en comunidades qom y moqoit de la provincia del Chaco. La difusión de estos fondos orales, a través de servicios de bibliotecas móviles dispuestos en escuelas
con población aborigen, ha demostrado, sin ligar a dudas, su utilidad y sus efectos beneficiosos en áreas como comprensión intercultural o reconocimiento / aceptación de la propia identidad indígena. Desde las tempranas experiencias en la antigua Mesopotamia, la biblioteca –como institución- se ha concentrado en conservar la memoria de las distintas civilizaciones que han poblado el planeta a lo largo de su historia. Quizás deslumbrados por los adelantos tecnológicos, confundidos por las ideologías dominantes o por las influencias de ciertas élites económicas o intelectuales… o quizás muy cómodos en sus nuevos puestos en la globalizada “Sociedad de la Información”, muchos bibliotecarios (y también otros gestores de la cultura humana) han olvidado o perdido por completo su vocación de servicio. De eso se trataba, precisamente, la profesión. Pero siempre existen caminos para recuperar los antiguos objetivos y las antiguas motivaciones. Este informe no pretende más que recordarlos y avivar la llama que se encendió, en el amanecer de los tiempos, en las manos de algún ignoto bibliotecario sumerio".

Datos del autor: Edgardo Civallero. Licenciado en Bibliotecología y Documentación, investigador Universidad Nacional de Córdoba. Se desempeña como docente libre y como investigador. Su trabajo se centra en las nuevas corrientes de pensamiento progresista en bibliotecología, y en su aplicación a los casos de comunidades carenciadas, especialmente rurales y aborígenes. Actualmente desarrolla el proyecto «Bibliotecas aborígenes» y continúa su formación en Antropología.
Visite el blog del autor:
http://bitacoradeunbibliotecario.blogspot.com edgardocivallero@gmail.com ; edgardo_civallero@yahoo.com.ar

35) PAJARITOS EN LA CABEZA

Bibliotecas populares
que nacieron por iniciativas personales
(historias de gente con pájaros en la cabeza)

“Hay que conservar algo de la naturaleza instintiva de Robinson Crusoe o de un hombre de la naturaleza; si se carece de eso las raíces no arraigarán en uno mismo; nunca dejar que se consuma el fuego del alma, sino por el contrario, mantenerlo; quien entiende y escucha esta voz interior que es el mejor donde de Dios,
termina por encontrar en ella a un amigo y nunca estará solo..::” Vincent Van Gogh

Quiero contarles de algunas bibliotecas surgidas a puro pulmón, por iniciativa quijotesca de emprendedores silenciosos y empedernidos, que de algún modo han sido referentes para mi proyecto.
La mención a estos ejemplos que a continuación paso a contarles, no excluye a tantas otros casos de gente que ha convertido su propia casa en sala de lectura, usando la ventana que da a la calle como vidriera, poniendo un cartelito decorado en la puerta que con humildad indica “biblioteca para el barrio “.
Entendiendo que la dignidad no es sólo el derecho a alimentarse, sino a ser feliz y ampliar horizontes, y pregonando que la lectura también es un alimento para el corazón y nuestras mentes, muchos comedores comunitarios han sido iniciativas surgidas no sólo para paliar el hambre urgente del pueblo, sino que también se brindan allí clases ayuda escolar, actividades culturales y recreativas, y por supuesto, la bibliotequita, formada ladrillo por ladrillo con los aportes generosos de los vecinos.
En este espacio quiero rescatar entonces algunas iniciativas personales, que surgen desde el pie, a la sombra de la indiferencia estatal y política de los administradores de turno. Allí donde hay desierto, el pueblo hace crecer sus árboles. Les cuento y comparto con ustedes estas experiencias:

LA NUBE

“nos decían que éramos unos boludos”¡¡

La Nube es una biblioteca histórica de la ciudad, y la primera librería dedicada a la venta especializada de material para niños. Fue fundada en 1975 por Pablo Medina, Marta Dujovne y Marcela Silberberg.
“Cuando le contábamos a la gente que íbamos a abrir una librería para chicos, nos decían que éramos unos boludos, que no íbamos a ganar un mango”, recuerda Medina.
Vaivenes económicos y políticos, viajes de por medio, Don Medina siguió solo, y reabrió en Venezuela al 3000, como librería y centro de documentación, cuando la última dictadura militar lo obligó a dejar su puesto de maestro y la militancia en el sindicato docente.
“Yo compraba tres ejemplares, me quedaba con uno y vendía dos, y así se armó la biblioteca que tenemos hoy, donde hay rarezas como la colección Petaquita, de Editorial Peuser, que se editó en los ’40 y son mitos y leyendas de Argentina contados para niños. Con el tiempo también incorporamos la venta del libro en todas sus formas: nuevo, usado o agotado. Si un papá venía a pedirnos un ejemplar determinado, buscábamos hasta que lo encontrábamos.”
Correntino de pura cepa y maestro de raza, comenzó dando clases en el Chaco. ¿Qué compró con el primer sueldo?: Libros¡¡¡. Así, a lo largo de 30 años, Medina acumuló 60.000 documentos –libros, revistas, videos, juegos, juguetes, bandas de sonido de espectáculos, de cine y de televisión; grabaciones de cuentos, afiches, instrumentos musicales y títeres – Proyecto bancado a puro pulmón, en algún momento llega la amenaza de desalojo. Medina salió a pedir auxilio y por fin, las autoridades culturales de turno lo tomaron en cuenta. Ahora toda esa riqueza cultural y espiritual espera a los niños –y adultos- en el barrio de Colegiales, en un galpón reciclado ubicado en Jorge Newbery al 3500, como parte de parte del Museo "Chicos, arte, ciencia, juego". Medina, que nunca dejó de ser ese maestro que enseñaba a los niños Tobas en el Chaco, resalta la importancia del relato oral y el por qué leer es también un hecho político: "Son pasos para poder leer la realidad, la calle, el mundo, para hacer memoria, y eso es político".
Acota Don Medina: “Siempre digo que la literatura infantil es otra forma de contar la historia. Un niño que se conectó con el mundo de la cultura va a estar más cerca de la democracia y la libertad.”
Date una vuelta en esta NUBE, y vas a encontrar:
Lectura gratuita en sala, con narradores y presentaciones de libros,
Bibliotecas para los chicos y centro de investigación para adultos.
Talleres de escritura y plástica y libre acceso a los libros. Espacio circular sólo para chicos (padres abstenerse). Exposición de Libros fenomenales ( libros de todo tamaño y color)
Para no perderse: cerca de los libros sobre infancia y derechos humanos, se exhibe la maqueta de La Berlina, el carromato que usaba el titiritero Javier Villafañe en La Plata. Y también hay un apartado sobre la historia del juguete, que incluye el pesado volumen de Le bambole, de Carl Fox, la más importante historia de la muñeca escrita hasta hoy.
Copia de “Cuentos”, el primer libro de literatura infantil argentino, escrito por Eduarda Mansilla ( la hermana de Lucio V. Mansilla) . Por si fuera poco, en La Nube hay 800 versiones de Pinocho, más de 300 de Alicia en el País de las Maravillas y otro tanto de Las mil y una noches. ¿te alcanza?
Algunas de las actividades permanentes del Club de La Nube :
CLUB DEL LIBRO PARA CHiCOS (biblioteca ambulante) Ma y Jue de 16 a 19 hs. y los Sáb de 10 a 13 hs. La consulta en sala es gratuita. Cuota mensual que incluye préstamo d e libros a domicilio e ingreso a Ludoteca: $10.-LUDOTECA juegos de mesa y tablero, juegos de ingenio, de estrategia, de habilidad y destreza. Lu, Mié y Vie de 16 a 19 hs. Arancel de $2.- por visita (salvo que seas socio del club del libro y estés abonando los $10.- mensuales). Venta de libros, cd's, juegos y juguetes y revistas. Asesoramiento y atención a clientes de Lu a Vi de 10 a 13 hs. y de 15 a 19 hs. Sáb de 10 a 13 hs.
Para mas información: Jorge Newbery 3537 (1426) Colegiales
teléfono: (01) 4552-4080 lanube@asociacion-lanube.com.ar
Horario de atención general: lunes a viernes de 10 a 13 y de 15 a 19 hs.
Asociación civil sin fines de lucro ONG - Resolución IGJ No. 1317
4552-4080 lanube@asociacion-lanube.com.ar la_nube_cultura@yahoo.com.ar
http://www.asociacion-lanube.com.ar/
Así van, padre e hijo timoneando la nube. Los Medina son dos grandotes de corazón grande para los chicos. “Nos decían que éramos unos boludos”, pero con paciencia de maestro, don Pablo dice que:
"en la vida se va recogiendo todo y en algún momento se van tocando y uniendo los paisajes".

CEDINCI
(Centro De Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierda)

LOS JUNTAPAPELES

Sin fines de lucro, el Cedinci comenzó por vocación y patriada. El germen fue el archivo personal de uno de sus febriles mentores, Horacio Tarcus, historiador e investigador, y continuó con el aporte de otros que también vieron en esta tarea una obra de rescate histórico.
Su primer sede fue en la calle Sarmiento al 3100, con sólo dos habitaciones habilitadas para la ocasión, con pisos de madera que ya no resistían el peso de las estanterías, pilas de material por catalogar, y una sala para leer. Horacio Tarcus se reconoce, - como la titular de este blog- “un recorredor obsesivo de librerías de viejo y de ferias de libros”. Precisamente, gran parte del material del centro proviene de su propia biblioteca y el resto, de donaciones y adquisi¬ciones.
Dice Tarcus: “Ya no me entraba en casa, ya no podía apilar nada más”. Sé algo de eso. Sigue: “Mi casa se empezó a transformar en una especie de archivo público”, Ajá (esto me suena…).
La tarea del Cedinci es una lucha contra el olvido y contra la desidia. Muchos documentos históricos están siendo destruidos; otros quedan en manos de fundaciones privadas o extranjeras, y así el patrimonio histórico se va disgregando, dificultando su estudio y conocimiento. No existe una normativa clara que exija que ese tipo de material deba entregarse al Archivo Histórico Nacional. Ante esta carencia es que crecen las iniciativas particulares de atesorar el patrimonio colec tivo que desde el Estado se descuida.

Una importante adquisición fue la colección de un viejo militante, José Pañale, que se pudo comprar antes de que lo manden a Europa, gracias al aporte solidario de muchas personas.
"Ni las institu­ciones públicas, ni las bibliote­cas universitarias quisieron res­catar este material que iba a ter­minar en alguna universidad de los Estados Unidos. Si esto no lo hicieron antes las instituciones públicas y la Universidad, no fue por carencia de recursos sino por falta de voluntad”.
Es una lucha que este Centro de Estudios toma muy en serio el “evitar que muchos archivos particulares sigan “el camino de camino de las mejores colecciones para estudiar la vida política argentina: París, Amsterdam, Washington o el cinturón ecológico.”
El mayor rescate provino de la biblioteca de Alfredo Alonso, un viejo militante de la Reforma Universitaria del ‘18. "El tipo había pasado por todos los grupos de izquierda y de todos ha¬bía juntado diarios, volantes, manuscritos, cartas: un verdadero te¬soro. Si me demoraba un día, todo eso iba a parar a Harvard, a Princeton”. Esta persona aportó un millar de fotografías que había tomado entre fines de los 60 hasta principios de la década del 90. En mucha de las fotos apar ece un niño en primer plano, es su hijo Enrique , que es la coartada que usaba Alonso para fotografiar las paredes con mayor discreción“. Unos pocos meses antes de morir, vendría una segunda tanda de donación del su archivo que había creado a lo largo de su vida.
Con esfuerzo silencioso y alimentando los hormigueros para pasar los inviernos, se hace cultura y se impide la destrucción de la historia.
Como todo soñador, Tarcus y su gente no pueden parar de imaginar : “Mi fantasía es que esto llegue a ser como el Instituto de Historia Social de Amsterdam, el principal res ervorio de material de izquier­da del mundo.”. El objetivo central es la reconstrucción de parte de la memoria histórica, y “no sólo los elementos de la historia de arriba, la que corresponde al Archivo General", sino que “buscamos la historia de abajo, por eso son importantes volantes, cánticos populares, diarios, afiches, pintadas políticas que son efímeras pero de las que, por ej. se puede hallar una foto".

Tener vocación de detectives y animarse a ser inspectores de recovecos, ser navegantes de subterfugios o especialistas en hurgar sótanos y altillos, realizar operaciones de rescate en busca de vestigios de la historia, y por supuesto, ser detectores de viejos recortes, ese espíritu es el que d io origen al Cedinci.
Y qué mejores testigos que sus fundadores de que la lucha es cruel y es mucha. Pero que la paciencia triunfa, al fin y al cabo. Al igual que Pablo Medina, tiraron una botella al ancho mar de la desidia de la burocracia y al fin, fueron escuchados.
Ahora cuentan con sede propia, eximida de alquiler, en una casa que pertenecía al gobierno porteño: Fray Luis Beltrán 125 (Rivadavia al 6300). Allí funciona con un au­ditorio para 50 personas, donde se realizan charlas y talleres; una sa­la de lectura, una biblioteca, un ar­chivo, una hemeroteca y una edi­torial (El cielo por asalto). El equi­pamiento tecnológico es fruto de de las donaciones de sus miembros honorarios (David Vi­ñas, Osvaldo Bayer, José Vazei­Iles y León Rozitchner, entre otros) y de sus setenta socios ad­herentes. Aunque la mayoría del material se concen­tra en la izquierda argentina, también hay un amplio espectro de pu­blicaciones latinoamericanas y europeas que incluye hasta la extre­ma derecha. A modo de ejemplo, digamos que es­tán disponibles p ara la consulta libre y gratuita:
miles de libros, revistas, folletos, volantes y fotos de eventos partidarios, carnets de afiliación álbum de pintadas populares; colecciones completas de publicaciones político-culturales, locales y extranjeras; Libros políticos, periódicos, co­lecciones de revistas culturales argentinas y extranjeras; volantes y boletas electorales ; obras de teatro anarquistas y socialistas, revistas de poesía, filosofía y arte; colección de libros sobre la URSS; miles de publicaciones partidarias; las primeras pu blicaciones comunistas argentinas (La Internacional, Bandera Roja, Spartacus, Argentina Libre y la La Chispa); primeras revistas trotskistas de los años 30 (Lucha Obrera, Inicial, El Militante, Frente Obrero); Una de las dos únicas colecciones completas en e l mundo (la otra está en Italia) de Correspondencia Sudamericana, el órgano del Bureau Latinoamericano de la Internacional Comunista en la década del veinte. Gramsci, están las colecciones de Pasado y Presente –la italiana y la argentina–, de Manifiesto y de Crítica Marxista de Gramsci; Les Temps Modernes, editada por Jean Paul Sartre; colecciones de revistas antifascistas: nacionales, españolas y mexicanas sobre la Guerra Civil española; periódicos partidarios de ambos bandos; etc, etc. Estos materiales son consultados por estudiosos locales y también europeos y norteamericanos que vienen a buscar estos archivos para sus investigaciones.
Todo comenzó con un juntapapeles. Ahora desde el Cedinci se realiza un rescate arqueológico de una parte inescindible de nuestra historia. No dejen de visitar su sitio en internet: http://www.cedinci.org
(Las declaraciones del Sr. Horacio Tarcus fueron extractadas de distintas entrevistas publicadas en el diario Página 12 y del artículo de su autoría: “Alfredo Alonso (1915-1999) fotógrafo benjaminiano”, Revista Ojos Crueles Nº 2. (Bs. As. abril/septiembre 2005).

SUMMUM
Proyecto encarado por Juan, mi amigo virtual, que ha convertido su peluquería en un centro cultural y de juegos, y desde el cual realiza campañas pro-lectura , y aporta al desarrollo de la biblioteca popular 16 de septiembre, enclavada en el corazón de Remedios de Escalada, pueblo ferroviario, Pcia. de Bs. As. En este link te cuento mas de su gesta: http://venialeer.blogspot.com/2006/02/31-summum.html


Arrancar de nuestras mentes la historia parece ser parte de los planes oficiales del conformismo con el mero presente irremediablemente cruel.
Pero en épocas oscuras de dispersión, destrucción y nuevas oleadas neoliberales, también hay gente que gira en otro sentido, que hace contrafuerza, que eleva la cabeza y mira mas allá, o se mete bajo la tierra húmeda y hace cuevitas donde deposita huevos de futuro.
El rescate de archivos y documentación histórica ayuda a la construcción permanente de nuestra identidad como nación y como pueblo. Por eso es importante el accionar particular, antes de que parte del patrimonio cultural termine en colecciones privadas o institutos extranjeros, o que pase a formar parte del desguace cultural generalizado que pretende desmembrarnos como pueblo.
Mientras miles tinellizan sus vidas, siguen los estereo tipos y presiones del instante efímero en que han convertido nuestras vidas, otros están trabajando como horneros, uniendo palitos y barro.
Cuando todos van mansamente para un incuestionable mismo lado, otros eligen sus propios caminos. Mientras algunos otros muchos se dejan llevar por la deriva del consumo, del tener para ser, otros se dedican a tareas “inútiles”, como rescatar el pasado y el patri monio colectivo, o armar una biblioteca especializada para chicos y jóvenes. Y así va la vida.
Parece que cuando los vientos vienen en contra, esta gente con pajaritos en la cabeza mas fuerza toma para erguirse y seguir su propio camino, sorteando las dificultades con una sonrisa en el corazón, luchando contra la desazón, contra la abulia generalizada y contra la tristeza encarnada.
Los individuos solos -sabemos - no hacemos la historia, pero algunos la empujan un poquito con sus proyectos y su ejemplo. A ellos quiero homenajear en este espacio, a esos sujetos que hacen cosas con la conciencia de lo colectivo y con amor por los demás.
Y por qué no, quiero sumar a estas historias el proyecto de convertir mi biblioteca personal en una biblioteca pública y sala de lectura , o veremos qué. Qué hermoso va a ser compartir los libros que me acompañan ahora, mientras escribo estas lineas¡.
Va a ser un buen momento, va a ser un buen lugar…Brindo por la gente con pajaritos en la cabeza ¡¡¡¡. Sylvia

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